ELEMENTOS ESTRATÉGICOS, TÉCNICOS Y TÁCTICOS DE LA PSICOTERAPIA FORMATIVA
David Alberto Campos Vargas*
I
La psicoterapia formativa está diseñada para formar y transformar, superando los esquemas terapéuticos tradicionales (basados en el informar y/o el reformar): su deseo es que, a través del proceso, tanto el tratante como el paciente (o los pacientes, en plural, si se trata de una psicoterapia de pareja, de familia, de grupo o de comunidad), desarrolle(n) una personalidad bien formada, integrada, armónica y ecualizada, en un dinamismo ascendente hacia la salud total (corporal, mental y espiritual), para lograr el bienestar, la completitud, la realización personal, la felicidad y la paz que permiten la plenitud de la existencia.
A través de su encuadre (dinámico, móvil y flexible), de su especial concepción de la relación médico-paciente (terapeuta y consultante como coequiperos), de su enfoque horizontal y colaborativo, de su abordaje basado en la formatividad (psicoterapeuta y cliente formativos: formadores y en formación), de su uso sistemático del trípode relacional (vínculo terapéutico, alianza terapéutica, sinergia terapéutica), de sus herramientas específicas (conexión cinético-emocional, soporte activo, diálogo formativo, empoderamiento, apertura a la trascendencia, uso activo de la fe, sostén emocional, preparación del entorno, autoexamen, diácrisis, síntesis, mistagogia, hesiquia, epilogia, ascesis, motivación secuencial, afirmación consecuente, activación vital, motivación sinérgica, síntesis, oración, metáfora transmutativa, reparación, reconstrucción, reafirmación, redefinición, reconceptualización, creación artística y literaria, adquisición de aprendizajes significativos, formación integral para la vida, expresión corporal y emocional, uso estratégico del contacto físico, búsqueda espiritual, ligazón con lo sagrado y sublime, apertura a la trascendencia, cambios en estilo de vida, sinceridad introspectiva, sentido de lo divino, rescate de lo heroico, capacitación en la alegría, el optimismo y la esperanza, establecimiento de relaciones significativas, reparación y transformación del contexto, praxis filosófica), de la adaptación de herramientas usadas por otras escuelas, y de sus propias características, la psicoterapia formativa es un camino fértil para todos aquellos que deseen una vida auténtica y dichosa, llena de propósito y significado, de éxito verdadero: una vida plena.
Como movimiento unificador entre la filosofía, la psicología, la psiquiatría, la pedagogía, la teología, la psicoterapia y la acción social, la psicoterapia formativa busca la formación integral, el completo bienestar y la plenitud existencial. Como no está limitada a la simple corrección de síntomas, ni se restringe a lo psicológico o psiquiátrico, es integradora, universal y holística: abarca también lo social, lo cultural, lo antropológico, lo religioso, lo político, lo artístico, lo literario, lo lúdico, lo estético y lo ético. Como su objetivo es la formación y la plenitud del ser humano, en su complejidad y en su totalidad, ella misma es compleja y total. Quiere que el psicoterapeuta y el paciente crezcan como personas, sean felices, se realicen y vivan bien, y que, junto con ellos, también sus familias y comunidades alcancen dichos logros.
Cuerpo, mente y espíritu son igual de importantes en la psicoterapia formativa. Por ello, sus campos de acción son todos aquellos que conciernen a la vida humana. En tanto que concibe al hombre como un ser llamado a formarse a imagen y semejanza de Dios, entiende la formatividad como posibilidad, como oportunidad y como experiencia, apuntando a la indispensable metanoia que va asociada a la plenitud vital.
Paciente(s) y psicoterapeuta, como coequiperos, caminan juntos hacia la armonía, la excelencia, la completitud, la sabiduría, la fortaleza, la resiliencia, la inteligencia, la calidad de vida, el amor, la creatividad, el optimismo, la fe, la esperanza, el heroísmo emprendedor y capaz. Partiendo del vínculo terapéutico, pasando por la alianza terapéutica, alcanzando la sinergia terapéutica y culminando en la comunión espiritual, el proceso se traducirá en una progresión hacia el éxito vital de los compañeros de equipo.
a) Sus objetivos principales: formación integral de la persona humana, conducente a la plenitud existencial; formación de personas, noviazgos, matrimonios, familias, grupos y comunidades sanos, armónicos, pletóricos de bienestar y calidad de vida; formación de un mundo en el que la bondad, el amor, la solidaridad, la honradez, la compasión, la tolerancia, el respeto por la vida y la dignidad humanas, la paz y la misericordia prevalezcan.
b) Su énfasis en el bienestar, la vida plena y de calidad, la salud integral (corporal, mental y espiritual).
c) Sus metas (vida plena, felicidad, realización existencial, potenciación de la espiritualidad, reflexión y praxis filosófica, reconexión con lo trascendente, transformación del ser, redefinición de sí mismo, del mundo y de los demás, integración, ecualización, armonización, forja de una cosmovisión nueva, aprendizaje significativo, remodelación del self, adquisición de herramientas adecuadas para cada momento del ciclo vital, inteligencia emocional, desarrollo multidimensional, gestión adecuada de las emociones, los pensamientos y las conductas).
d) Su comprensión de la relación terapeuta-cliente vivida en sus tres aspectos básicos (vínculo, alianza terapéutica, sinergia terapéutica), y en su clímax, la comunión espiritual.
e) Los conceptos de formatividad, mutualidad y horizontalidad en el equipo terapéutico, dimensiones que permiten tanto en el psicoterapeuta como en el consultante el crecimiento, la maduración y el desarrollo integral que facilitan la construcción de una existencia plena.
Como está enfocada en la formación de una personalidad sana, equilibrada, armónica y ecualizada, su interés es el de forjar en valores, pensamientos, conductas, actitudes y hábitos que contribuyan a estructurar un psiquismo bien integrado, adaptativo y bellamente funcional, compatible con la salud (física, mental y espiritual) que posibilita la plenitud de la existencia.
III
Esta es una breve descripción de las herramientas específicas de la psicoterapia formativa:
1) Conexión cinético-emocional: Es el acoplamiento, el ensamble entre el psicoterapeuta y el paciente (o los pacientes, en los tratamientos de parejas, familias, grupos, organizaciones y comunidades), que engloba las emociones, las sensaciones, los gestos, los movimientos y todas las expresiones corporales y las expresiones del afecto que ayudan a forjar el vínculo y fortalecen la unión al interior de los miembros del equipo terapéutico. Esta interacción es visible como sintonía, simpatía, interacción afectiva, movimientos o bien sincronizados o bien complementarios, comunicación visual dinámica y correspondencia gestual amable entre terapeuta y consultante(s).
2) Soporte activo: Es el sostén y el apoyo que va más allá del mero servicio técnico; implica una verdadera colaboración con el paciente, en forma de validación, asesoría eficiente en cuanto a herramientas para la vida (como aquellas que acrecientan la inteligencia emocional), la asesoría en actividades que empoderan y permiten incrementar la sensación de logro, la remisión a otros profesionales que le ayuden a resolver diversas vicisitudes (como trabajadores sociales, consejeros, sacerdotes o pastores, oficinas de inserción laboral, casas de acogida, comedores comunitarios, organizaciones que concedan becas y otras ayudas, cooperativas, instituciones de beneficencia, etcétera) y el compromiso genuino con el bienestar, la salud y la calidad de vida del consultante.
3) Diálogo formativo
4) Empoderamiento
5) Apertura a la trascendencia
6) Uso activo de la fe
7) Sostén emocional
8) Desarrollo de valores
Preparación y reparación del entorno
9) Autoexamen
10) Diácrisis
11) Síntesis
12) Mistagogia
13) Hesiquia
14) Epilogia
15) Ascesis
16) Motivación secuencial
17) Afirmación consecuente
18) Activación vital
19) Motivación sinérgica
20) Síntesis
21) Oración
22) Metáfora transmutativa
23) Reparación y transformación del contexto
24) Reconstrucción
25) Reafirmación
26) Redefinición
27) Reconceptualización
28) Creación artística y literaria
29) Adquisición de aprendizajes significativos
30) Formación integral para la vida
31) Expresión corporal y emocional
32) Uso estratégico del contacto físico
33) Búsqueda espiritual
34) Ligazón con lo sagrado y sublime
35) Apertura a la trascendencia
36) Cambios en estilo de vida
37) Sinceridad introspectiva
38) Sentido de lo divino
39) Rescate de lo heroico
40) Capacitación en la alegría, el optimismo y la esperanza
41) Establecimiento de relaciones significativas
42) Praxis filosófica
IV
Y estas son otras herramientas útiles, de otros modelos terapéuticos, de los que puede echar mano un psicoterapeuta formativo en algún momento del proceso, para ayudar de la mejor manera posible:
1) Escucha activa
2) Catarsis (abreacción)
3) Facilitación
4) Clarificación
5) Señalamiento
6) Confrontación
7) Exposición
8) Descripción
9) Contención
10) Interpretación
David Alberto Campos Vargas
Médico y Cirujano, Pontificia Universidad Javeriana
Especialista en Psiquiatría, Pontificia Universidad Javeriana
Neuropsicólogo, Universidad de Valparaíso
Neuropsiquiatra, Universidad Católica de Chile
Filósofo, Universidad Santo Tomás de Aquino
Cómo citar este artículo: Campos Vargas, D.A. (2024). Elementos estratégicos, técnicos y tácticos de la psicoterapia formativa. Revista Virtual de Psicoterapia Formativa, agosto de 2024.
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