lunes, 6 de enero de 2025

PSICOLOGÍA Y PSIQUIATRÍA CANINAS, por David Alberto Campos Vargas


PSICOLOGÍA Y PSIQUIATRÍA CANINAS


David Alberto Campos Vargas*


Introducción


Como seguramente le haya ocurrido a la mayoría de lectores, siempre me pareció que negar la conciencia, la personalidad y el psiquismo de los perros era un error filosófico, científico y hasta moral, puesto que es evidente que ellos no son un animal cualquiera, sino uno especialmente dotado de empatía, con una rica vida mental y con un comportamiento tan complejo que va más allá de los límites establecidos por la etología. Además, resulta evidente que tras miles de años de estrecha convivencia entre humanos y caninos ha habido una influencia mutua, en la que ellos se han humanizado y nosotros nos hemos caninizado lo suficiente como para crear un vínculo nuevo, poderoso y único en la historia del planeta Tierra.

A algunos podrá parecerle un chiste, un atrevimiento o un desatino, pero la vida misma, la experiencia con mis pacientes y el testimonio de numerosas personas me han llevado al convencimiento de que hasta el momento se ha subestimado la psique de los canes, y que ya es hora de abordar, sin prejuicios ni sesgos, las manifestaciones psicológicas y psiquiátricas de los canes.


Elementos de Psicología Canina


1. Personalidad


Dentro de la personalidad de los perros, he observado hasta el momento estos componentes: temperamento (su forma de ser innata), carácter (el resultado de la influencia, en ese temperamento innato, de todo lo aprendido: la crianza, la educación, la socialización y todas las experiencias vividas), inteligencia, autoconcepto, roles en relación con los seres humanos (asumidos frente a sus seres queridos, los otros allegados, los amigos de la familia, los vecinos, los otros conocidos, los desconocidos), roles en relación con otros perros (con quienes vive, con sus familiares, con sus amigos, con sus vecinos, con sus conocidos, con desconocidos), roles en relación con otros animales (amigos, conocidos y desconocidos), estatus (dentro del sistema familiar y dentro del sistema social), vivencia y gestión de las emociones, capacidad de autocontrol, capacidad de espera, habilidades comunicativas, hábitos y, aunque mucho más simple que el de los humanos, un sistema de valores y creencias.  


1.1. Temperamento


En el temperamento, caben destacar el nivel de apertura (extroversión, neutralidad, introversión), el nivel de activación (alta, mediana o baja energía), la reactividad (alta, moderada o baja), el nivel de energía (alto, medio o bajo), el nivel de sensibilidad (alto, medio o bajo), el nivel de atención (alto, medio o bajo), el nivel de determinación (alto, medio o bajo) y el nivel de persistencia (alto, medio o bajo).

Hay canes sumamente abiertos, que saludan y se acercan con facilidad a las personas y a otros canes, exhibiendo gestos amistosos (batir la cola, agachar las orejas, menearse) y expresándose con gemidos y sonidos (usualmente agudos) que dan a entender su intención de formar vínculo. Otros son neutrales: dirigen la mirada hacia quien los llama o les hace mimos o sonidos cariñosos, pero se mantienen en su sitio y sólo pueden batir unas pocas veces la cola. Y los más introvertidos, pueden mostrarse indiferentes frente a la presencia de otras personas u otros animales, o incluso, voltear la cabeza y buscar alejarse de ellos.

La activación alta se nota en la postura alerta, la musculatura moderadamente tensa y las orejas paradas ante el menor estímulo. Cuando es media, el canino levanta las orejas y está atento a los estímulos que percibe cercanos al hogar. El nivel de activación bajo lo exhiben aquellos que sólo se tensan ligeramente y levantan las orejas cuando se les toca directamente, o cuando perciben sonidos inusualmente fuertes cerca de ellos; el resto del tiempo, suelen estar relajados, tumbados en su sillón o colchón favorito, acicalándose o dormitando.

Aquellos con reactividad alta responden muy rápidamente a cualquier estímulo, tanto agradable como desagradable. Así, la llegada de sus amos o el olor de una comida que les guste hace que salten, den círculos, batan la cola y hasta se levanten sobre sus patas traseras. Deotro lado, si llegan a ver a alguien que no sea de su agrado, rápidamente muestran piloerección, midriasis, tensión muscular y sonidos de agresión, como gruñidos y ladridos. 

Los perros de alta energía ladran, saltan, buscan juego y solicitan caminata varias veces a lo largo del día. A veces no les bastan las típicas tres salidas a orinar y defecar, y demandan por lo menos cinco paseos diarios. Además, les fascina caminar tramos de hasta un par de kilómetros de un sólo tirón, y si no se les permite, pueden llegar a fugarse de casa y vagabundear durante un tiempo variable (los más hogareños, regresan al cabo de treinta o cuarenta minutos; los menos hogareños, pueden volver hasta varios días después). Los de nivel medio de energía, requieren tres o cuatro paseos diarios, y al menos una ocasión de juego. Rara vez se van de casa a caminar, a no ser que hayan estado encerrados un tiempo considerable, como ocurrió en la pandemia de Covid 19 en 2020. Los de bajo nivel de energía, tienen suficiente con tres paseos cortos (100 metros en promedio), para distraerse y hacer sus necesidades. 

   


Elementos de Psiquiatría Canina


Los perros pueden presentar las siguientes condiciones mentales:


1. Episodio Depresivo Leve


El canino se muestra desganado, come menos de lo habitual, permanece echado buena parte del día y exhibe una mirada triste. Sin embargo, está consciente y alerta, y su ánimo es claramente reactivo: cuando se le juega u ofrece comida, se activa conductualmente, bate la cola, se levanta e interactúa con sus amos y otros miembros de la familia, recuperando rápidamente su movilidad y su tono anímico habituales.

El cuadro clínico habitualmente dura menos de una semana, y tiende a resolver en la medida en que sus cuidadores y demás seres queridos lo integran a las actividades de la familia, le juegan, lo acarician y consienten. No requiere manejo farmacológico.


2. Episodio Depresivo Moderado


El animal se muestra triste, pudiendo incluso llorar un poco; se altera su patón de sueño (he notado insomnio de conciliación, insomnio de reconciliación e insomnio mixto); el desgano es notorio, come mucho menos de lo habitual e incluso puede dejar de comer durante todo el día. Puede permanecer echado todo el día. Está consciente y alerta, y su ánimo es de tono depresivo, hipomulado, aunque aún algo reactivo: cuando se le juega u ofrece comida, se activa conductualmente, bate la cola, se levanta e interactúa con sus allegados, pero sólo durante un tiempo. Después, vuelve a acostarse y retorna a su conducta inhibida habitual.

El cuadro clínico habitualmente dura al menos una semana, pero nunca se extiende más de dos semanas. Requiere manejo farmacológico. En mi experiencia, los caninos responden excelente a los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina. He usado Fluoxetina a dosis de 20 mg al día si el perro pesa menos de 5 kg; 40 mg si el perro pesa entre 5 y 15 kg, y 60 mg al día si es un animal de más de 15 kg de peso. La Fluoxetina es excelente, dado que se consigue su presentación en suspensión (jarabe) en casi todos los países. En unos cuantos pacientes he usado Sertralina, en dosis de 50 mg para perros de menos de 5 kg, 100 mg en el caso de animales de entre 5 y 15 kg, y 150 mg en caso de caninos de más de 15 kg de peso. Es imperioso que sus cuidadores y demás seres queridos lo integren a las actividades de la familia, le jueguen, le hablen amorosamente, lo acaricien y lo consientan. 


3. Episodio Depresivo Grave


El ánimo del canino es triste, resonante. Sólo frente a estímulos muy placenteros, como el encuentro con sus seres queridos cuando regresan del trabajo o van a visitarlo a la clínica veterinaria, se motiva un poco, se acerca a ellos (o, al menos, lo intenta, si está hospitalizado) y agradece el saludo. Al poco tiempo, busca nuevamente acostarse. En algunos casos (cuando además de la depresión se encuentra muy enfermo a nivel orgánico), la apatía puede ser tan marcada que ni siquiera se levanta a saludar a su amo. Es frecuente verlo llorar, y escucharlo gemir o aullar. Se presenta un patrón de insomnio mixto, con hiporexia marcada. Come muy poco o nada. 

El cuadro clínico tiene una duración de más de dos semanas. Necesita manejo farmacológico imperiosamente,con Fluoxetina a dosis de 40 mg al día si el perro pesa entre 5 kg y 15 kg, y hasta de 60 mg al día si es un animal de más de 15 kg de peso. También puede usarse Sertralina, a dosis de 100 mg en el caso de animales de entre 5 y 15 kg, y de 150 mg en caso de pacientes de más de 15 kg de peso. Es muy provechoso que sus cuidadores y demás seres queridos lo integren a las actividades de la familia, le jueguen, le hablen amorosamente, lo acaricien y lo consientan. 






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